Tengo una asignatura en mi maravilloso doble grado que se llama Historia de los medios audiovisuales.
Es el mismo profesor -iraní, por cierto, no utiliza artículos hablando, es todo un personaje- para la teórica y para la práctica. En la teórica se dedica a vomitar todo tipo de información sobre el período que estemos dando en ese momento, acompañado de un bonito power point con foticos de las películas de las que va hablando, y en la práctica pues nos pone trocitos de esas películas y nos va ejemplificando con imágenes lo dicho en la teoría el día anterior.
Que por qué os cuento esto, diréis.
Bueno, pues resulta que el miércoles en la teoría dimos el cine vanguardista, con lo cual el jueves tocó profundizar un poquito con imágenes en este cine surrealista.
Buñuel and company, para los entendidos.
Sinceramente todo esto de romper con lo establecido es algo que siempre me ha llamado la atención, porque era gente que estaba, como poco, como una cabra, y se les iba la olla de tal manera que a veces le salían cosas curiosas, o al menos eso es lo que opinaba yo de las vanguardias con lo que sabía de haberlo dado en Historia del arte en el instituto.
Aunque en realidad, no dejan de ser cuatro gafapastas que dijeron 'no, yo es que lo que tú haces no me gusta porque lo hace todo el mundo, voy a coger una rueda y la voy a poner en un museo, y voy a convertir lo cotidiano en arte' (cortesía del señor Duchamp).
Pues bueno, me parece una ida de olla, pero vale, sin más. Luego encima la gente te adorará por coger una rueda y ponerla en un museo.
Aunque yo siempre me pregunté dónde está el límite y quién es el que define lo que vale y lo que no, porque si no esto es un cachondeo y ya puestos, cojo la batería del odenador que la tengo aquí al lado, la pinto de rojo y voilá, ya podéis adoorarme porque soy la vanguardia de la vanguardia.
El caso es que en el cine también hubo cuatro guays que decidieron diferenciarse y hacer cine vanguardista, surrealista y todo eso. Buñuel pues mezclaba cosas medio reales con sueños, eran relatos un poco sin sentido aparente pero bueno, tenía que ver mucho con todo el mundo del subconsciente y blablablá, que oye, pues hay que reconocerle la originalidad, por lo menos. Y me parece muy curioso que alguien alguna vez haya intentado sacar de nuestra cabeza algo que nunca sale y algo tan complejo como son los sueños.
Y bueno, después de este rollo del subconsciente y de algunas gentecillas más además de Buñuel, llegó Warhol, Andy Warhol.
Es importante recordar que este hombre es el mismo que considera arte un plátano y una lata de tomate.
Y tiene una pandilla de hippiecolgaos detrás que se ponen un póster de una lata de tomate en su habitación. Yo ahí no voy a entrar a valorar.
El gafapasta de Warhol hizo muchas más cosas además de su famoso plátano, pero me gustaría destacar una: su película llamada 'Sleep'.
Siendo el que considera que un plátano es un obra de arte, espero que tengáis curiosidad por esta película, pero que nunca, nunca, la veais.
En esta película vemos durante CINCO HORAS un poeta durmiendo. No hace nada más, sólo dormir.
Y ojo, que esto está en los museos.
Y sí, bueno, el Warhol este planifica y no sólo nos enseña la cara del poeta dormido, de repente cambia a una mano durante cinco minutos, luego cambia a un trozo de ropa que no sabes qué es durante media hora, luego sale otro plano del tío frito y así sucesivamente durante 321 minutos.
Esto pues supera a la lata de tomate por goleada.
Y a mí pues me parece hasta una falta de respeto. Cinco horas de un tío durmiendo. ¿Pero de verdad este hombre se creía que alguien iba a ver su mierda de película? A mí me parece tener mucho morro y reírse del público en su cara.
Tal era mi grado de indignación en clase que mis apuntes dicen lo siguiente: 5h de un poeta durmiendo. La estupidez del año. No es un espectáculo cinematográfico, hay que contextualizarlo dentro del cine abstracto. Surrealismo, sueños, literalmente. Una metáfora tan profunda que no la entiende ni dios, ni con contexto ni sin contexto y encima tenemos que estudiarlo.
A todo esto mientras el profesor hablaba teníamos de fondo al colega durmiendo.
Y esto es arte. Claro. Minimalista. Sí. Reducirlo todo a su mínimo. Je.
Yo sólo pude celebrar interiormente que las intervenciones de mis compañeros fuesen para decir que les parecía una gilipollez, porque con tanto indie últimamente, pensaba que en cualquier momento alguien levantaría la mano para decir, sonriendo y con los ojos brillosos, que le parecía una genialidad.
Podéis deleitaros:
A mí personalmente lo que hizo este tío hasta me cabrea, y me ofende que a eso se le llame cine cuando se le debería llamar estupidez. Pero bueno, supongo que ha conseguido lo que quería, que era provocar y cabrear al público y que en eso consistía la bromita.
Yo lo veo una pérdida de tiempo y de dinero. Tan indie, que se ha pasao de moderno.
Pero claro, los expertos no opinarán lo mismo.
No os invito a que veais la película, pero sí a que investiguéis las gilipolleces que hizo Warhol en el cine: Sleep, 5h de poeta durmiendo; Empire, 8h de la imagen de la punta de un rascacielos; 25h de una que se llama Four Stars que ni he mirao de qué va; 1h de imágenes de besos en Kiss; Haircut es un tío cortándole el pelo a otro; Eat un tío comiendo...
Y así sucesivas obras de arte.
Qué queréis que os diga, prefiero la rueda en el museo. Le veo más sentido a buscar el arte en lo cotidiano (que lo traduzco en algo así como disfrutar de cada cosa y de cada momento como únicos que son) que a grabar a un tío frito durante cinco horas.